martes, 12 de febrero de 2008

MES QUE UN CLUB




La divisa ‘més que un club’ (‘más que un club’) tiene una fecha precisa de acuñación y un primer autor.

Fue el presidente Narcís de Carreras, en su discurso de toma de posesión, en enero de 1968, el primero en utilizar esta divisa para definir la trascendencia social que el FC Barcelona tenía en Catalunya. Y, unos años más tarde, en1973, en la campaña para su reelección como presidente de la entidad, Agustí Montal i Costa le dio la fórmula definitiva al adoptarla como eslogan electoral. El Barça es ‘quelcom més que un club de futbol’ ('algo más que un club de fútbol'), fue el eslogan de Agustí Montal en las elecciones en que ganó a Lluís Casacuberta.

Gamper, clave

Al mismo tiempo, las raíces del 'més que un club' (‘más que un club’) son mucho más profundas. Fue un propósito inducido por el fundador Joan Gamper, durante su primera presidencia del 1908. El episodio en que Gamper tomó las riendas del club, evitando así la disolución en una asamblea dramática, es bastante conocido. De hecho, el gesto de Gamper de salvar el club de la disolución ha tapado a menudo la acción realmente fundamental que hizo. Aquel 2 de diciembre de 1908, ante la deserción colectiva, Joan Gamper se levantó para decir que “el Barcelona no puede ni tiene que morir. Si no hay nadie que lo intente, yo solo asumiré la responsabilidad de cuidarlo en lo sucesivo”.

Gamper, que había fundado el club, ahora lo salvaba de la desaparición. Pero mucho más determinante para el futuro del club fue su acción de gobierno. Al objetivo fundacional del club, el de la práctica deportiva, le añadió un segundo: el de convertirse en un club catalanista y servir activamente el país. Por ello acercó el club a los sectores políticamente activos del catalanismo y no dudó en ningún momento en salir en defensa de la identidad y los derechos nacionales de Catalunya. Fuese en apoyo de la autonomía de la Mancomunidad o fuese para la consecución de los Juegos Olímpicos para Barcelona.

El programa de ‘deporte y ciudadanía' del presidente fusilado Josep Sunyol durante los años de la República o las acciones del presidente Agustí Montal, de hacer que el FC Barcelona apoyase a la campaña del 1977 para el Estatuto de Autonomía e invitar el presidente de la Generalitat restaurada Josep Tarradellas en el Camp Nou pocos días después de volver del exilio, fueron traducciones prácticas del 'més que un club' (‘más que un club’).

Expresado en los Estatutos

El espíritu con el que Gamper injertó el FC Barcelona a partir de 1908 –año que se puede considerar como el de la “refundación” del club–, ha perdurado hasta hoy y está muy presente en los Estatutos vigentes. Efectivamente, en su artículo 4º, del ámbito funcional, se cita como segunda finalidad del club, “complementariamente, la promoción y la participación en las actividades sociales, culturales, artísticas, científicas o recreativas adecuadas y necesarias para mantener la representatividad y la proyección pública de que disfruta el club, fruto de una tradición permanente de fidelidad y servicio a los socios, a los ciudadanos y a Catalunya”.

'Més que un club' (‘Más que un club’) en España

Por razones distintas, pero no contradictorias, para muchos ciudadanos del resto del Estado español, el FC Barcelona también ha sido visto como 'més que un club' (‘más que un club’). Si en el caso catalán el punto de arranque lo tenemos que situar en una decisión consciente de la directiva, mejor dicho, de su presidente Joan Gamper, en el caso español el movimiento proviene de abajo. Son los sectores de las clases intelectuales y de los políticos de izquierda quienes se hacen del Barça por su papel de valedor de los derechos y las libertades democráticas.

El punto álgido de este movimiento se produce durante la Guerra Civil española y bajo el régimen franquista. Hay episodios que son clave como los de la gira americana, en que el equipo es recibo como embajador de la República, o el de la huelga de los tranvías de 1951, que los seguidores culés ayudan ganar ante el sobresalto de las autoridades franquistas que no entendían como aquel domingo, en que llovía a cántaros, salían de les Corts después de ganar al Santander por 2 a 1 y no cogían los tranvías. Episodios como éstos hicieron que el FC Barcelona trascendiese su representatividad catalanista para muchos sectores del progresismo español.

El franquismo explica el 'més que un club' (más que un club’) en el resto del Estado español. Pero sólo lo explica en una parte. Porque también es una realidad que venía de un poco más lejos. Determinados intelectuales españoles, como el poeta Rafael Alberti, ya se habían acercado al club durante los años veinte; su 'Oda a Platko' es el fruto más sabroso. O, al menos, se habían acercado a la figura de Josep Samitier, otro de los personajes clave para entender la proyección del FC Barcelona más allá de sus fronteras naturales.

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